martes, 14 de abril de 2015

¿Reforma migratoria o cantos de sirena?

Revisando el Consejo de Ministros del pasado viernes 10 de abril, consigo que la Ministra Báñez (Empleo y Seguridad Social) presentó un informe sobre los resultados de la Ley 14/2013 de Apoyo a los Emprendedores, resaltando que España ha recaudado casi 700 millones de euros y ha otorgado un poco más de 3100 visados y autorizaciones de residencia. El mismo informe recoge algunas recomendaciones para agilizar los procesos, por una parte, pero por otra, poner parámetros claros para la valoración de los proyectos de empresas (artículo 70 de la Ley).
Estemos claros. Lo cierto es que no existe un baremo real para categorizar un bussiness plan como bueno o malo, a ojos del gobierno español, salvo que genere empleos, como lo dice el mismo artículo 70.
Pero no es menos cierto que “se ha recomendado” no es lo mismo que “entrará en vigencia”, lo que me lleva entonces a pensar si verdaderamente en esta legislatura puede producirse alguna reforma migratoria.


Veamos qué más está en el asador.
El proyecto de ley para otorgar la nacionalidad española a los sefardíes ha continuado su trámite parlamentario, se encuentra actualmente en el Senado (http://www.senado.es/legis10/publicaciones/pdf/senado/bocg/BOCG_D_10_498_3365.PDF), y mañana 15 de abril vence el plazo para presentar enmiendas: esto sí que va a ser una reforma, pero sobre todo por la letra chiquita.
Los sefardíes originarios de España tendrán un procedimiento administrativo muy especial y particularmente exigente para la concesión de su carta de naturaleza, pero además en las Disposiciones Finales (esas que no se suelen leer) incluye una reforma de la Ley de Derechos Sociales de los discapacitados, al prohibir la discriminación de los mismos a la hora de solicitar su nacionalidad, así como la puesta a disposición de apoyos y ajustes especiales.

Por supuesto, a esta Ley aún le falta tiempo para ser promulgada, pero se van viendo ya las intenciones.
Así que ¿reformas reales? No las veo aún. Es verdad que un proyecto de ley tiene más certeza futura que unas recomendaciones ministeriales, que requerirían igualmente un trámite legislativo para su puesta en marcha.
Pero también es verdad que los vientos que soplan apuntan a la pérdida de la mayoría absoluta de los populares en las Cortes Generales, así que si ellos tienen la voluntad de sacar adelante una reforma legislativa, pues tienen que darse prisa.
Cualquier cosa que ocurra después de las próximas elecciones generales entra ya en el territorio de las conjeturas, de lo desconocido, y es aún muy temprano para sacar la bola de cristal.

Si este artículo te ha gustado, síguenos en también nuestra fanpage www.facebook.com/CarreroAbogados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario